Momentáneamente me encuentro en una casa de espera y transición, en donde nada sucede, sentada en una sillita al lado de una puerta esperando a que el señor D toque el timbre y me invite a lo que hay afuera. Él irá de mi mano, sola no me animo. Pero ya desde hace mucho tiempo estoy en esta transición y parece eterna: señor D no llega. ¿Entonces es una transición? ¿O se nos pasa la vida esperando al señor Destino, que finalmente nos va a dejar plantados en la eterna espera? ¿Eso es la vida, una espera, aunque no lo vivamos así? ¿Siempre vamos a estar esperando a que algo suceda? ¿O nosotros creamos nuestro propio Destino? ¿Tengo que salir de está transición eterna e ir a buscarlo? ¿O realmente la vida es esperar y todos esperamos con una ilusión que el día que dejamos el mundo caduca?
Señor D yo te espero. Sentada, parada, acostada y aburrida. Escuchando música, bailando, corriendo y estudiando. Charlando, llorando, riendo y soñando. Limpiando, ordenando, comiendo y mirando televisión. Puede ser, la paso bien. Pero necesito que llegue el tren y que por fin ALGO SUCEDA.